Lean Startup: la metodología que permite introducir nuevos negocios con eficiencia

El cambio tecnológico y la transformación digital han llevado a muchas organizaciones a replantear sus modelos de negocios y los métodos con los que desarrollan sus productos y servicios. Giancarlo Falconi, Gerente de Soluciones Digitales en TIVIT LATAM, nos compartió en este Digital Talks online la importancia, etapas de desarrollo, métricas y muchas recomendaciones sobre la metodología Lean Startup.
Según Falconi, muchas personas creen que arrancar con una startup es lo mismo que iniciar una empresa convencional como una PYME o una MIPYMES. “Una startup no es una versión pequeña de una gran empresa. Una startup es realmente un negocio que tiene en su genética el tema de innovación; si no es innovadora no es una startup”, enfatizó.
Otra de las diferencias, sostuvo el experto, es que una startup nace muy pequeña para probar y validar un modelo de negocio que posteriormente podría evolucionar en una empresa; sin embargo, una empresa nace y se desarrolla con un modelo ya existente.
De este modo, agregó Falconi, este concepto se mezcla con el modelo japonés Lean Manufacturing, una metodología que trata de ahorrar tiempo y dinero en los procesos, que al fusionarse con el termino startup se creó una forma de pensar innovadora, ágil y rápida en los negocios.
El éxito del Lean Startup, señaló el especialista, se debe al cambio digital y tecnológico que ha forzado a las empresas a pensar de una manera más ágil. “Antiguamente las empresas grandes tenían muchos procesos y presentaban un prototipo al cliente al final; en cambio, en Lean Startup se hace mucha investigación, mucha validación con el cliente”, comentó el Gerente de Tivit Latam.
“El 90 % de las startups fracasan en el mundo y el 30 % de las startups que fracasan es porque construyen un producto que nadie quiere».
Giancarlo Falconi, Gerente de Soluciones Digitales en Tivit Latam
Esta metodología comprende dos fases esenciales:
Fase 1: Conocer a tu cliente
Muchas personas que inician su startup suelen decir “yo creo que mi cliente quiere esto”, pero aquí es importante tomarse un tiempo para investigar. Esta primera fase es de investigación y entendimiento del usuario.
Lo peor que podría pasarnos es que construyamos una solución sin tener en cuenta qué problema tiene nuestro cliente. Luego, debemos trazar soluciones con herramientas del Design Thinking como el mapa de empatía y el Costumer Journey.
Fase 2: Validación continua
Ya que identificamos a nuestro público objetivo y comprobamos que los problemas que creíamos que tenían eran reales, ahora debemos validarlo para conocer las causas y los efectos de las soluciones que buscar dar. ¿Cómo?
Prototipando con el mínimo producto viable y testeando con nuestros clientes potenciales. Podemos prototipar con una página web, un blog, una carta, un video presentación y con muchas herramientas gratis que podemos encontrar hoy en día en Internet.
¿Cómo lo medimos?
Para Falconi, los Likes de las redes sociales no nos dicen nada , tampoco el Valor Actual Neto (VAN) o la Tasa Interna de Retorno (TIR); lo que que realmente importa es si la gente está dispuesta a pagar por nuestro producto y usarlo. Les compartimos algunos métricas reales:
- ¿Cuánto gasto para adquirir un cliente?
- ¿Cuánto tiempo se queda conmigo un cliente?
- El Live Time Valium: el valor neto que genera la permanencia de un cliente.
- ¿Cuál es el margen por producto o servicio?
- ¿Cuántas personas refieren mi producto o servicio?
Finalmente, Falconi nos recomendó buscar siempre el valor diferencial de nuestras startups y enfocarnos en un mercado global; ver al Perú como un mercado prueba o piloto y al mundo como el limite. «Nuestros modelos tienen que ser repetibles y escalables», concluyó el expositor.
Por: Nelson Pasapera, Social Media Manager de Digital Break